lunes, 5 de diciembre de 2011

Vargas Llosa, sobre “los hombres que no amaban a las mujeres”

A poco de comenzar la novela descubrí sus costuras, incoherencias, fallas en los puntos de vista, la invención del narrador y del tiempo, todo aquello que el lector inocente (el "lector-hembra" lo llamaba Cortázar para escándalo de las feministas) no percibe, lo que le permite disfrutar más y mejor que el lector-crítico de la ilusión narrativa.

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