Caminábamos juntos por aquel camino que bordeaba el mar. Al despertar la descubrí a mi lado. Serena tras la confesión de anoche, tranquila tras la discusión final. Intenté volver a dormirme para recuperar el sueño feliz. Lo logré. Volvimos al camino y al borde del mar. Al terminar el recorrido un coche aguardaba. Ella corrió hacia él. Alcancé a vislumbrar el beso en la boca y la partida veloz.
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